Permiso para aterrizar

Mérida

Está de antojo

Por Mariana Castillo Hernández

La capital de Yucatán se ha convertido en un destino ideal para quienes viajan con el antojo a flor de piel.

Hasta hace una década, la capital yucateca solía ser una ciudad tan tranquila que incluso había un refrán que decía: “Si el mundo se termina, me voy a Mérida”. Esa misma calma atrajo a nuevos habitantes que junto con los creativos locales le han inyectado a la llamada Ciudad Blanca una nueva energía, latente en espacios que recuperan la tradición arquitectónica peninsular para albergar tiendas, hoteles de diseño y, por supuesto, restaurantes que rinden homenaje a la exquisita gastronomía de Yucatán. Aquí te presentamos un recorrido que te permitirá conocer la ciudad guiándote por el antojo. 

Entre parques y sabores

Comienza tu recorrido en el Parque Santiago y descubre su mercado, que lleva el mismo nombre. Ahí se encuentra Taquería La Lupita, un negocio con 54 años de historia. Cochinita pibil, lechón, relleno negro y pavo en escabeche en tacos y salbutes, además de aguas frescas como la de chaya con piña o la de lima son su especialidad. 

Pedro Medina y Guadalupe Solís están al frente de este icónico lugar donde preparan sus propios vinagres y recados (salsas que engalanan guisos), además de ofrecer tortillas de maíz nixtamalizado.

Sigue tu recorrido hacia el Parque de La Mejorada para encontrar Pancho Maíz, un restaurante donde Xóchitl Valdés y su equipo conformado por mujeres se enfocan en la diversidad y las posibilidades de los maíces de la península de Yucatán. Trabajan con familias y asociaciones campesinas como Maíz Criollo Kantunil, pagándoles equitativamente y adaptándose a su filosofía de trabajo. 

Pide las tostadas de flor de Jamaica, el tamalito de mole y frijol y el choriqueso. De postre, el cheesecake de xoconostle y el tamal de elote nuevo con requesón, cajeta y guayaba. Al interior del local también podrás conocer Balam Kaab, tienda de mieles mayas y derivados cosméticos apícolas.

La tercera parada de este recorrido de sabores es el Parque Santa Lucía, en cuyas inmediaciones se encuentran Holoch y Hacienda Teya. 

Holoch es un restaurante de cocina contemporánea inaugurado en agosto de 2022 por el chef Obed Reyes y sus socios. “Holoch” es el nombre que se le da a la hoja de maíz en maya, y también es una analogía de lo se busca aquí, según explica Obed: arropar a las personas que les proveen de alimentos, a quienes son parte de su cocina y a cada comensal que les otorgue su confianza. 

Holoch se enfoca en la cocina mexicana contemporánea de diferentes estados, con platillos adaptados a ingredientes peninsulares. Tetelas de mole con lechón y chaya al horno, quesillo y mole negro; pork belly con recado negro, salbutes de pulpo estilo higadilla (una preparación cantinera con recado rojo, naranja agria, especias y más) y coliflor asada con sikil-p’aak de ajo y salsa macha (como opción de temporada) son algunas de las sugerencias.

Hacienda Teya abrió en febrero de 2022 y lleva al corazón de Mérida los sabores representativos de la hacienda del mismo nombre, construida en 1683 y a 30 minutos de la ciudad. En su patio y salones internos recrea tanto la arquitectura como algunos detalles artesanales e históricos de ese recinto colonial.

Arturo Velázquez está al frente de su cocina, que centra su oferta en platillos tradicionales con adecuaciones creativas. Empanadas de queso relleno, lomitos de Valladolid, pan de cazón y kibis de venado para comer, y manjar blanco y dulce de papaya con queso de bola para el cierre dulce son algunas recomendaciones. 

El Centro Histórico de Mérida

Ofrece una magnífica combinación de arquitectura, color local y restaurantes que renuevan la tradición gastronómica peninsular. Crédito: Jordán Rodríguez.

Sabores del Paseo Montejo

Mientras descubres el Paseo Montejo, la calle más emblemática de Mérida debido a sus casonas señoriales que hoy albergan museos y tiendas, haz una pausa en Ramiro Cocina, a cuadra y media del Museo de Antropología e Historia Palacio Cantón. 

Las recetas de Ramiro Cocina son un homenaje a Ramiro Orci, actor de la época del cine de oro en México, quien era comelón y viajero. Alelí Vicencio, al frente del lugar, busca que cada cliente disfrute su propuesta. 

El menú degustación incluye minguichi michoacano, mole verde a base de chile poblano y otros tipos de mole con molote. También hay especiales que van desde quesadillas hasta ceviches y postres ahumados con frutas de temporada. Uno de sus cocteles más solicitados es la mezcalita de piña.

Camina sobre el Paseo Montejo hacia el Monumento a Carrillo Puerto y a media cuadra encontrarás María y Montejo Café. Además de granos de diferentes regiones mexicanas, ofrecen distintos métodos de extracción, emparedados y panadería dulce. 

Hacienda Teya

Ha traído a la capital yucateca lo mejor de su cocina, enmarcado en un local cuyas texturas y colores reinterpretan el ambiente de las haciendas. Crédito: Cortesías Hacienda Teya.

Al atardecer

El calor en Mérida define horarios, actividades y antojos. Por eso no hay que perderse Las Rellenas de la 60, un local del barrio Santa Ana con paletas heladas de sabores de temporada como mamey y zapote negro o el muy yucateco queso de bola. Su especialidad son las paletas que tienen dos capas de sabor.


Mérida es una ciudad perfecta para caminar por la noche, y una parada obligada es Salón Gallos. Esta antigua fábrica de avena reúne galerías de arte, un cine, un wine bar y un restaurante dónde podrás beber cervezas artesanales, mezcales o cocteles y probar tacos, hamburguesas y más.

La cocina tradicional yucateca

Está viviendo un gran momento gracias a las cocineras y los chefs que han colocado ingredientes y técnicas locales en el centro de su propuesta. Crédito: Cortesías Hacienda Teya.

Escapada a Valladolid

A dos horas de Mérida está el poblado de Valladolid, conocido por su rica gastronomía yucateca. Al interior del hotel El Mesón del Marqués está la Hostería del Marqués; visítala para probar el queso relleno de la casa con la receta de Mario Escalante, el dueño del lugar. 

Pasa por Terraza Don Diablo para conocer su coctelería y comida creativa: la hamburguesa de longaniza de Valladolid con mayonesa de chile habanero asado y los taquitos de pulpo al achiote son algunas opciones. Para beber, sangre del marqués es su trago clásico, el cual es una mezcla de Jamaica, xtabentún, mezcal, lima y toronja.

A cinco minutos de Valladolid está Oriundo, el nuevo proyecto del Grupo Mesones, con doce villas privadas. Elio Xicum, su chef corporativo, cuenta que en sus espacios buscan que se conozca la comida del estado y que se dé valor a las comunidades que la hacen posible, por ello tienen cenas llamadas “Me sabe a Yucatán”. 

Paseo Montejo

Si visitas las tiendas, museos y casonas del Paseo Montejo, no dejes de explorar los nuevos cafés y restaurantes en las calles aledañas. Crédito: Jordán Rodríguez.

Dos experiencias imperdibles

La primera de estas experiencias está a 15 minutos de Valladolid, en Aldea Xbatun, donde la familia Cen Canché ofrece clases de cocina maya tradicional, hospedaje y cenas para aprender sobre su cultura, lengua y entorno. Este proyecto es autogestivo y sin intermediarios, lo cual resulta muy necesario ante los cambios que se viven en esta región.

Si te quedas a dormir, podrás desayunar atole de pinole y huevo encamisado. Si decides visitarlos a mediodía, cocinarás y comerás un pollo al pib, aprenderás a manear tu propia tortilla bajo la tutela de Irma Canché y prepararás el ha‘-sikil-p’aak, una mezcla de pepitas, jitomate, cilantro y sal, que tú mismo puedes tamular (moler).

La segunda experiencia se encuentra en Chablé Yucatán, un lujoso complejo de alojamiento con un cenote interior y actividades holísticas y de bienestar a 40 minutos de Mérida. En sus espacios llamados Casitas Mayas, el hotel ofrece clases de cocina tradicional yucateca, así como de nixtamalización y transformación del maíz y del cacao. En el restaurante Ixim, el chef Luis Ronzón y su equipo cocinan con libertad de propuesta y usan casi al 100% insumos endémicos. No te pierdas la ensalada de la milpa, el lechón al pib, el puré de camote amarillo y los postres inspirados en la saká, una bebida ceremonial maya. 

Salón Gallos

Se ha convertido en uno de los polos culturales y gastronómicos de la ciudad. Vinos, cine, exposiciones, diseño y sabor se combinan en sus distintos espacios. Crédito: Cortesía Salón Gallos.

Lo tradicional y lo contemporáneo son parte de Mérida y sus alrededores, los cuales tienen lo que quizá no sabías que necesitabas hasta que vives su hospitalidad y pruebas sus delicias.

 

Vuela a Mérida

Volaris opera vuelos directos a Mérida desde Ciudad de México, Felipe Ángeles (CDMX), Guadalajara, León, Oaxaca y Tijuana.




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