Con una extensión de casi 248 mil kilómetros cuadrados, Chihuahua es el estado más grande de toda la república mexicana. Aunque no tiene playa, se ha vuelto un popular destino turístico gracias al ferrocarril Chihuahua-Pacífico, mejor conocido como El Chepe, que atraviesa las famosas Barrancas del Cobre. Sin embargo, el enorme territorio chihuahuense también esconde zonas arqueológicas, parques nacionales, desiertos, lagos, ríos y las cascadas más altas de México. De hecho, Chihuahua es el hogar de tres pueblos mágicos, cada uno de los cuales es la excusa perfecta para salir de la rutina, hacer un viaje en familia, visitar sitios históricos y parques naturales, conocer nuevas culturas y admirar hermosos paisajes.
Estos pueblos son Casas Grandes, Creel y Batopilas. Cada uno se localiza en un ecosistema diferente, pero todos ofrecen diversas opciones de hospedaje y una gastronomía llena de especialidades regionales, a base de carne de res, quesos frescos y chiles deshidratados, así como destilados locales como el sotol, la lechuguilla y el tesgüino (no confundir con el tejuino). Ya sea que se encuentren cerca de la antigua ciudad prehispánica, de lagos y cascadas, o en el fondo de profundas barrancas, todos representan una oportunidad ideal para descubrir más sobre el gran patrimonio cultural y natural de nuestro país.