San Salvador es cuna de expresiones culturales aptas para todo público. De hecho, la zona del Centro Histórico es ideal para pasar una jornada entera. Sus calles y plazas más emblemáticas pueden recorrerse a pie o en scooter: ¡el plan perfecto para familias enteras!
Uno de los atractivos que más aprecian los visitantes, y que funciona como punto de partida para el recorrido en el centro, es la Catedral, que alberga la tumba de san Óscar Arnulfo Romero. El paseo sigue en las plazas principales, verdaderos escenarios abiertos donde es frecuente encontrarse con espectáculos musicales y culturales. Cuando llega el hambre, vale la pena hacer una parada en los restaurantes y cafés de los alrededores (algunos con muchísimos años de historia) y comer como todo un salvadoreño. Finalmente, los más ávidos exploradores urbanos no deben perderse los tours nocturnos del Cementerio Los Ilustres, que no solo alberga tumbas y mausoleos de gran belleza, sino también leyendas que fascinarán a todos.
Más allá del Centro Histórico, una de las actividades por excelencia es subir hasta la cima del Volcán de San Salvador, conocida como El Boquerón. Esta caminata, que cuenta con dos senderos de diferente dificultad, está llena de flores y vegetación, y ofrece la recompensa de una vista tan hermosa que resulta imposible no tomarse una selfie.
San Salvador tiene una oferta de hospedaje al alcance de todos los presupuestos. Hostales, hoteles boutique, cadenas internacionales… La recomendación es hacer tu reservación con tiempo y en una localidad que esté cerca de los destinos que desees conocer.