A la carta

10 platillos para saborear la península de Yucatán

Por: Diana Olvera Dander

La gastronomía yucateca es una de las expresiones cumbre de la cultura maya que logró incorporar lo mejor de las cocinas europea, libanesa y asiática.

Biodiversidad, ingredientes propios, el mar, que le dio acceso a otros continentes, y una selva que lo aisló del resto de México durante varios siglos. Estos son algunos de los tantos factores que integraron en la gastronomía yucateca esa personalidad tan singular, embellecida por elegantes recados y sabores del horno de tierra o pib, del fogón y del comal. La cochinita pibil es la preparación más famosa de esta cocina; sin embargo, aquí te presentamos otros 10 platillos que vale la pena probar. 

Huevos motuleños

Desayuno típico de Yucatán, creado en Motul en 1921 por el chef Jorge Siqueff, quien, al no tener la vajilla adecuada, decidió servir todo junto: tortillas fritas cubiertas con frijoles, más huevos estrellados salseados en jitomate y acompañados con chícharos, jamón en cubos y plátano macho.

Huevos motuleños
Desayuno típico de Yucatán, creado por el chef Jorge Siqueff, quien, al no tener la vajilla adecuada, decidió servir todos los ingredientes juntos sobre una tortilla. Crédito: Shutterstock.

Papadzules

Una suerte de enchiladas rellenas de huevo cocido y bañadas en una salsa de pepita de calabaza y epazote. Como dato curioso, las tortillas no se doran, sino que se mojan en la salsa para que queden suaves. Se sirven a temperatura ambiente y para agregar un poco de picor se acompañan con chiltomate, una salsa tatemada preparada con ajo, cebolla y chile habanero. 

Papadzules
Los imperdibles papadzules son una especie de enchilada (que no pica) rellena de huevo cocido y bañada con salsa de pepita de calabaza y epazote. Crédito: Shutterstock.

Longaniza de Valladolid

Se dice que el responsable de esta delicia del siglo XIX es Felipe Pérez Vázquez, “el Rey de la Longaniza”. Es una muestra perfecta de la unión de dos cocinas: los embutidos españoles con los recados que le dan ese color rojo brillante (los recados en la gastronomía yucateca son pastas hechas con especias molidas que se disuelven en salsas o caldos para dar sabor). A diferencia de otras, esta longaniza es un poco más seca. Puede comerse en tacos, con huevo o como plato principal.

Queso relleno

Este es el ejemplo de la cocina mestiza y del nivel de detalle que caracteriza a la gastronomía yucateca. La receta inicia con un queso holandés Edam o queso bola, cuyo interior se raspa para después rellenarse con picadillo de cerdo con pasas, clavo, alcaparras y canela. Todo se cocina al vapor. Se sirve con un espejo de kool, un fondo hecho a base de especias, y maíz combinado con alcaparras y aceitunas. 

Panuchos

La receta original de este platillo de Mérida era un pan untado con frijoles y huevo duro. Se cuenta que don Ucho, su creador, se quedó sin pan y por ello preparó una versión con tortilla. Lo demás es historia. Se convirtió en una pequeña tortilla que al inflarse se abre para rellenarse de frijol y después freírse; sobre ella se agrega huevo duro, cochinita pibil o simplemente col y chile habanero con cebolla morada. 

Para antojitos yucatecos, los panuchos
La tortilla rellena de frijol se fríe hasta que se infla, luego se corona al gusto, preferentemente con repollo y cebolla morada en escabeche. Crédito: Shutterstock.

Dzotobichay o brazo de reina

Es un gran tamal hecho a base de maíz, hojas de chaya, relleno de huevo cocido y pepitas de calabaza molidas. Como no contiene carne, se considera un platillo adecuado para Semana Santa. Se usa en las ceremonias del huajicol, un ritual de agradecimiento a los dioses para dar inicio a la recolección de las cosechas. 

Pescado tikin xic

Un platillo para compartir a pie de playa, un abundante pescado zarandeado y asado a las brasas. El pescado se abre por la mitad, se baña en recado rojo y se cubre con cebollas y chile. En las brasas, lo primero que se asa es la aleta, de ahí el nombre, que significa “ala seca”. Tortillas, aguacate y cebollas en escabeche son la mejor compañía.

Frijol con puerco

Se le conoce como “el plato de los lunes” o “guiso de flojas”. Cuentan que las amas de casa querían empezar la semana cocinando algo sencillo pero rico. La carne de cerdo y los frijoles se cocinan lentamente en olla de barro con epazote y cebolla. Se sirve con rodajas de rábano, cilantro y chiltomate. 

Poc Chuc
Luego de marinar la carne de cerdo en jugo de naranja agria, ajos asados y pimienta negra, se “tuesta al carbón”, de ahí el nombre maya de este platillo: poc chuc. Crédito: Óscar Turco.

Kibis

A principios de 1900, hubo una gran migración de sirios y libaneses a Mérida. En su afán por integrarse, comenzaron a compartir sus kipes. Los meridanos fueron adaptando la receta y el nombre; hoy los kibis son una de las comidas callejeras más comunes: pequeñas albóndigas de trigo rellenas de carne molida que se sirven con cebollitas moradas y habanero. 

Xtabentún

No es un platillo, sino un licor, un delicioso digestivo de origen mestizo (maya y español) hecho a base de ron de caña, anís y miel de abejas meliponas, las cuales se alimentan del néctar de las flores de xtabentún (Turbina corymbosa). Se puede tomar solo, con hielo o con café.

La gastronomía yucateca es un tesoro cultural, una expresión tan compleja y deliciosa que bien puede ser el eje conductor de un viaje culinario.

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