Esta nueva terapia será ventajosa para tu cuerpo debido a que el cambio de temperatura de frío a calor produce modificaciones en el volumen del flujo sanguíneo, lo cual aumenta la circulación en el área tratada.
También ayudará a limpiar los tejidos y disminuir la rigidez de la zona. Todo esto dará como resultado un cuerpo relajado, rejuvenecido y con menos dolor.
Para realizar un baño de contraste, se recomienda permanecer un aproximado de cuatro segundos sobre agua caliente y dos minutos sobre agua fría, manteniendo este intercambio durante unos 15 o 20 minutos.
En el caso de las lesiones, si son agudas o que ocurren repentinamente, se comenzará con el calor. En cambio, si son crónicas y se desarrollaron a lo largo del tiempo, se debe comenzar con el frío.