Las importantes ventajas, como su ubicación geográfica en el centro del país dentro de un mercado regional, nacional e internacional enorme, sus productos culturales y naturales, su amplia conectividad aérea y terrestre y su infraestructura urbana, así como los transportes de calidad como el Metrobús, Trolebús y el Cablebús, la hacen un destino interesante, cómodo y atractivo para los visitantes.
La Ciudad de México cuenta con un territorio muy diverso y con la existencia de recursos naturales y culturales que le otorgan una singular importancia para el desarrollo de varios segmentos turísticos en sus distintas zonas, como pueden ser:
El turismo cultural con elementos propios de la cultura e historia prehispánica, colonial y moderna, su gastronomía (desde importantes y variados restaurantes gourmet hasta la comida urbana que cuenta con el nombramiento de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad), la arquitectura, sus variadas costumbres y tradiciones, pueblos originarios y barrios con gran valor turístico, una oferta cultural muy amplia en materia de museos (más de 170, como el Museo Nacional de Antropología, el Templo Mayor, el Museo de Historia Natural, el Museo Frida Kahlo y el Museo Soumaya, por mencionar algunos), teatros, galerías y auditorios para grandes conciertos. Para el turismo religioso, cuenta con el segundo centro católico más importante del mundo, la Basílica de Guadalupe, entre muchas otras iglesias.
Gracias a todos estos atractivos, es reconocida como la Capital Cultural de América, además de contar con cuatro sitios que son Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO, como son el Centro Histórico de la ciudad, Xochimilco, el campus central de Ciudad Universitaria de la UNAM y la casa–estudio Luis Barragán.
En cuanto al turismo de naturaleza, se pueden realizar diversas actividades relacionadas con ecoturismo, el turismo de aventura, el agroturismo o turismo rural principalmente en la zona sureste de la ciudad, sin olvidar visitar también los nuevos espacios recuperados.