Esa playa también cuenta con una amplia extensión de manglares, donde es posible apreciar siete especies diferentes de mangle y una inmensa variedad de aves nativas y migratorias. Aquí existe una escuela de surf y se ofrecen otros servicios turísticos, como paseos en lancha por el estero y los manglares, avistamiento de aves, cocodrilos, caimanes y esquí acuático.
La playa que más destaca de La Barra es El Zapote. Ubicada al norte, en ella se puede nadar, practicar buceo con tanque o libre, así como la posibilidad de realizar pesca desde la costa y velerismo. Además, sus restaurantes ofrecen todo tipo de platillos, para todos los gustos.
La zona donde se encuentran los manglares, abarca una extensión de 11,519 hectáreas, entre los municipios de San Francisco Menéndez, Jujutla y Acajutla. Fue declarado como un Sitio Ramsar en 2014, lo que significa que esta región es considerada como un humedal o una zona de suma importancia, que hay que proteger para permitir el desarrollo de especies, la conservación de su ecosistema y el uso sostenible en beneficio de la humanidad.
La Barra de Santiago definitivamente es un ecosistema único e imperdible. Si lo tuyo es disfrutar de la vida silvestre, haz un recorrido en lancha por los manglares y disfruta del avistamiento de cocodrilos. Una aventura extrema, para los más valientes. O si lo prefieres, aprovecha los playones intermareales. Aquí la playa se queda sin agua durante unos minutos y se vuelve a llenar en cuestión de segundos.
Este será, sin lugar a dudas, un baño que vas a querer tomar mientras disfrutas de un atardecer único.
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