A un lado el Pacífico se levanta esta inmensa ciudad fronteriza que ha logrado convertirse en una de las capitales culturales y gastronómicas más fascinantes del norte del país.
Pequeño, rodeado de sierras y matizado en tonos tierra, este poblado guarda algo del pasado fantástico de las culturas prehispánicas en el norte del país y algunas joyas naturales.