Arranca el día con un buen brunch de Peligro al Fondo, que, por cierto, no tiene nada de peligroso. Por el contrario, es un encantador restaurante y cafetería ubicado en un patio trasero de lo que en algún momento fue una hermosa casa de la colonia Americana, rodeado de plantas y vegetación al aire libre.
Con un café en mano, camina por esta colonia, la cual es el epicentro del diseño y la bohemia locales. Aquí encontrarás tiendas emblemáticas como la de las diseñadoras Julia y Renata Franco, cuyo estilo se aleja del fast fashion para crear piezas atemporales, inteligentes y duraderas; Amor Apache, con moda estilo boho chic; Casa Galeana, con cerámica y objetos de decoración; Piedrafuego, un estudio de diseño utilitario inspirado en el occidente mexicano, o la casa de talabartería fina Lo Esencial, en la vecina colonia Lafayette.
Continúa tu recorrido en la colonia Industrial para descubrir el espacio de Cerámica Suro. Liderada por José Noe Suro, esta fábrica sui generis combina la producción de cerámica de alta y baja temperatura con técnicas clásicas de serigrafía o decorado en línea y algunas de vanguardia como la impresión en 3D. Artistas y artesanos residentes colaboran en este espacio creativo para dar luz a increíbles piezas utilitarias y artísticas a la vez, tan interesantes que querrás llevarte alguna a casa.
Luego de un día tan agitado, vuelve a la colonia Americana para cenar en El Habanero Negro; arranca la noche con una cerveza, unos taquitos y, quizá, un mezcal.
En tu camino, detente en Ricos Jugos, un espacio que promueve el arte y actividades como talleres, exhibiciones y actividades de dibujo. Es un espacio acogedor y estimulante donde, además, te puedes tomar un… rico jugo.