Permiso para aterrizar

De Mexicali a Tijuana

Un road trip al borde de la Baja

Por Wendy Pérez

Mexicali, Tecate y Tijuana están conectadas por la imponente carretera La Rumorosa. Un viaje por estas tres ciudades al borde de la frontera te hará descubrir los sabores chinos, la espiritualidad kumiai y la hospitalidad tijuanense.

A lo largo de los 3,152 kilómetros de frontera entre México y Estados Unidos existen tres ciudades que se entrelazan no solo por un muro metálico, sino también por una imponente carretera creada por la naturaleza de la Sierra de Juárez y optimizada por el ingenio humano. Se trata de La Rumorosa, un camino que cualquiera puede transitar y disfrutar como lo hacen cotidianamente los habitantes de Mexicali, Tecate y Tijuana.

Hay muchos pretextos para recorrer esta carretera federal, desde acercarte a las historias de fantasmas hasta conocer casas abandonadas y sitios arqueológicos, o bien, por el mero placer de contemplar uno de los escenarios desérticos más fascinantes de México.

“Viajar para ver”, así define esta clase de experiencias el escritor mexicano Juan Villoro: “La mirada es la única parte del cuerpo que está en la distancia. El caminante entiende, por sus pasos, que solo importan los ojos. Árboles, cercas, carreteras, rostros, pájaros, trozos, partes de algo… gramáticas sueltas de la tierra”. Un poco de eso encontrarás en este viaje por tres destinos de Baja California Norte unidos por La Rumorosa.

Panza llena… a lo chino

Seguramente has escuchado decir que en Mexicali se come la mejor comida china, y hay argumentos que lo confirman. Este 2023 la ciudad cumplió 120 años de haber sido fundada, la cual, justamente, fue poblada por migrantes de diferentes partes del mundo. Los chinos llegaron motivados por la apertura de un mundo nuevo que ofrecía un sitio de paz a quienes huían de  conflictos políticos, o bien, para trabajar en la construcción del ferrocarril en California o en las tierras que la empresa Colorado River Land Company rentaba a extranjeros en el Valle de Mexicali. La llegada de esta comunidad resultó tremenda; para 1915, el 75% de los habitantes de la ahora Mexicali y sus valles era de origen chino. 

En las cálidas tierras cachanillas, los chinos echaron raíces y crearon una ciudad dentro de la misma ciudad: La Chinesca. Es aquí donde surgieron los misterios, las leyendas y los hechos. Apuntando a estos últimos, se tiene registro del primer restaurante chino en 1927, el llamado Número 19, ubicado justo en un local de La Chinesca. Otro hecho importante ocurrió en 1923: un incendio arrasó con este barrio y dejó al descubierto una verdadera ciudad subterránea.

El bar tijuanense Aruba

Es una de las estrellas de la mixología de Norteamérica, según la prestigiada lista The Best 50 Bars, y una parada obligada en la ciudad fronteriza. Crédito: Cortesía Aruba.

Hace algunos años, este mundo subterráneo se abrió para el público en un recorrido que te lleva de túnel en túnel a través de un fascinante fragmento del pasado, el cual ha dado pie a la rehabilitación de la zona centro de la ciudad, hoy considerada Barrio Mágico. Si quieres hacer este recorrido, reserva en la página de Facebook de Orígenes y Secretos de La Chinesca. De paso, podrás comer en uno de los 350 restaurantes chinos registrados. 

Te recomendamos comer en China Town (calle Nicolás Bravo), China House (calzada Justo Sierra #1001) e Imperial Garden (avenida Francisco I. Madero #1460). Debido a que gran parte de los chinos emigró desde de la provincia de Cantón, surgió una mezcla con la cocina de Mexicali en la que predominan verduras y carnes (no tanto especias, como sucede con otras cocinas chinas), con tan buen resultado que estos sabores se han integrado a los gustos locales y hoy se acompañan con una caguama bien fría.

Ensenada es una de las joyas de Baja California Norte.

En sus costas se pescan magníficos frutos del mar que brillan en las mesas peninsulares junto con vinos, cervezas y productos locales. Crédito: Shutterstock.

La Rumorosa de Tecate

Este célebre camino tiene muchas historias que contar. Su propio nombre viene del sonido que hace el viento cuando pasa por sus montañas rocosas, y quienes lo hayan transitado sabrán a qué me refiero. Se trata de un tramo de poco más de 20 kilómetros lleno de curvas y pendientes que convirtieron a esta carretera en una de las más peligrosas del país, y a la vez una de las más hermosas. Inicia en la Laguna Salada, en Mexicali, y llega hasta el Pueblo Mágico y municipio de Tecate, al que pertenece tanto esta carretera como el poblado que también lleva el nombre de La Rumorosa.

Hace varias décadas, la carretera dejó de ser de dos carriles y se adecuaron acotamientos y miradores que son paradas obligadas para ver la majestuosidad de las formaciones rocosas y todos los tonos marrones que puedas imaginar. Entre las leyendas que cuentan estos guardianes del desierto están la de la enfermera Eva, quien desapareció en medio de la carretera al acudir en auxilio de un accidentado… y nunca más se supo de ella. Dicen que se aparece por las noches a los conductores solitarios. 

Si no te emocionan las leyendas, hay otras propuestas menos fantasmales, como visitar el Geoparque Casa de Piedra, el Parque Eólico y Vallecitos, donde hay 18 vestigios de pinturas rupestres de la comunidad kumiai. Esta etnia originaria tiene una montaña sagrada llamada Cuchumá; la verás en cuanto llegues a Tecate. Considerada Patrimonio Cultural Inmaterial de México, Cuchumá es un geosímbolo espiritual de los kumiai del norte. Si te gusta el senderismo, puedes ascender por esta montaña en una caminata de tres horas.

En Tecate también está uno de los mejores spas de México, Rancho La Puerta (rancholapuerta.com), con uno de los huertos orgánicos más cuidados de la península y La Cocina que Canta, un espacio gastronómico que usa lo cultivado y tiene una increíble vista al cerro Cuchumá.

Si eres de buen diente, te compartimos dos sugerencias muy locales: El Lugar de Nos (bulevar Benito Juárez #384), de la chef Mariela Manzano con más de 11 años de servicio, y la panadería El Mejor Pan (avenida Benito Juárez #331), en funcionamiento desde 1969.

Tijuana ofrece una escena culinaria apasionante y diversa

Ejemplo de las culturas e influencias que conforman la dinámica de la frontera. La propuesta del restaurante Kool es muestra de ello. Crédito: Diego Berruecos.

Tijuana, un estímulo para los sentidos

En una de sus visitas a Tijuana, el escritor Juan Villoro, además de hablar sobre la frontera, se refirió a México como algo complejo de explicar para el que no es mexicano. Lo mismo pasa con Tijuana cuando no la has visitado, “siempre es una pregunta, nunca una respuesta”. 

Tijuana es polifacética, mutable, un verdadero laboratorio de posibilidades. La ciudad posee la frontera más transitada del mundo y eso le da un matiz distintivo. Por ello, hay que llegar con ganas de explorar y adentrarse en dos escenarios que no dejan de reinterpretarse. Uno de los más interesantes es el de la mixología, que en muy poco tiempo impulsó a esta ciudad en el panorama mundial de manera positiva. Este 2023, precisamente, el bar de cocteles Aruba (avenida Andrés Quintana Roo #2106), liderado por el joven tijuanense Kevin Gómez, entró en la lista de los 50 mejores bares de Norteamérica. Los jueces lo definieron como “un sitio de sabores brillantes y estimulantes con el cálido sol y la hospitalidad de Tijuana”. 

La Rumorosa

Se considera una de las carreteras panorámicas más hermosas del país. Sus curvas cerradas y sus paisajes rocosos son el pretexto ideal para un road trip de Mexicali a Tijuana. Crédito: Shutterstock.

El segundo escenario es el de la experiencia culinaria en Tijuana, que junto con la calidez de los tijuanenses, harán que quieras volver una y otra vez. Aquí van algunos ejemplos: Adria Marina y el brunch en su restaurante Georgina; los Plascencia, con sitios como el famoso Caesar’s; el Grupo La Corriente y su Cevichería Nais; la cocina Baja Med de Miguel Ángel Guerrero; la apuesta japonesa de Saketori-Ya, de Pedro Velarde; la dupla de Fabiola Quintero y Felicia Moreno en Kool; la vanguardia mexicana y apapachadora de Juan Cabrera en Casa Tijuana y la frescura china de Nancy León en Chan’s Cuisine. Ellos son una muestra maravillosa de todo lo que está sucediendo en la escena culinaria de Tijuana. Y probar sus propuestas es la mejor manera de cerrar tu viaje al borde de la frontera.

Rancho La Puerta

Gracias a su reconocido spa y su gastronomía del campo a la mesa, Rancho La Puerta es uno de los espacios más interesantes de la ruta entre Tijuana y Mexicali para quienes aman el bienestar. Crédito: Diego Berruecos.

Recuerda que la Baja Norte tiene más por contar, desde estas ciudades fronterizas hasta el resto de municipios que se complementan con destinos costeros como Playas de Rosarito, San Quintín, San Felipe y uno de los más visitados del país, Ensenada, la zona enológica parteaguas para el desarrollo del vino moderno mexicano; el Valle de Guadalupe, junto a los Valles de Ojos Negros, Todos Santos y San Vicente son el broche de oro para que armes el road trip de tus sueños.

Vuela a Tijuana

Volaris opera vuelos directos a Tijuana desde Acapulco, Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), Aguascalientes, Cancún, Ciudad de México, Ciudad Juárez, Chihuahua, Colima, Culiacán, Durango, Guadalajara, Hermosillo, Huatulco, La Paz, León, Los Cabos, Los Mochis, Loreto, Mazatlán, Mérida, Monterrey, Morelia, Oaxaca, Puebla, Puerto Vallarta, Querétaro, San Luis Potosí, Tapachula, Tepic, Torreón, Tuxtla Gutiérrez, Veracruz, Zacatecas y Zihuatanejo.

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