Una magnífica manera de internarse en la diversidad artística oaxaqueña es a través de sus talleres artesanales en los pueblos de la región de los Valles Centrales. San Martín Tilcajete cuenta con uno de los más interesantes y completos, el de Jacobo y María Ángeles, donde crean alebrijes, barro y joyería, todo con un enfoque social.
Desde la llegada al taller, un anfitrión te llevará a conocer cada una de las etapas de elaboración de alebrijes. Comenzarán por la obtención de los pigmentos naturales, cuyo proceso es siempre sorprendente; después conocerán a los grupos de artesanos que se encargan de la talla y pulido de piezas de madera de gran belleza; el recorrido terminará en su galería Voces de Copal, y al concluir, con la guía de los artesanos los pequeños podrán pintar un alebrije y llevárselo a casa. Te recomendamos reservar tu lugar en el teléfono (+52) 951-524-9027, extensión 2.
jacoboymariaangeles.com
El recorrido a través del color sigue en Teotitlán del Valle, un pueblo reconocido en todo el mundo por sus textiles, teñidos con tintes naturales y tejidos en telar de pedal. Uno de los talleres más interesantes para conocer en familia es Huella Carmín, donde Rey David -parte de la tercera generación de artesanos en este lugar- te recibe personalmente y te muestra paso a paso cómo realizan sus bellísimas creaciones, desde cardar el hilo de lana y la obtención de tintes hasta el trabajo en el telar de pedal. Todos los miembros de la familia pueden participar en cada uno de los procesos, probar su destreza y descubrir la complejidad de este trabajo. Además de sus hermosos tapetes, también encontrarás camitas para tus mascotas, sombreros coloridos, ingeniosas vasijas de barro y chocolate oaxaqueño producido por la hermana de Rey.
huellacarmin.com
La tercera experiencia artesanal está en San Marcos Tlapazola, cuna del barro rojo. Aquí las mujeres son las encargadas de preservar una tradición cuyo origen se pierde en el tiempo. Este barro es completamente natural: su color es el del cerro donde obtienen la tierra que transforman principalmente con sus manos y con la ayuda de herramientas como trozos de tela, olotes y piedras de río. Aquí, la imaginación crea piezas estupendas; las hay con motivos de la naturaleza, como calabazas y animalitos, pero también producen increíbles piezas de alfarería, así como tazas con caritas sonrientes y soñadoras que divertirán a los pequeños. Los talleres se organizan en cooperativas, por lo que acudir a uno permite beneficiar a muchas familias. Uno de los más recomendados es Mujeres del Barro Rojo, a quienes solo tienes que enviar un mensaje a su Instagram para reservar: @mujeresdelbarrorojo. También puedes llamar al taller de Alberta Martínez López, (+52) 951 135 8324, quien además de trabajar con barro rojo, también recrea clásicos mandiles de la región en piezas de diseño.