Permiso para aterrizar

Durango

Un destino de película

Por Ivett Rangel

Cine, belleza natural, historia y buena comida… sobran las razones para descubrir Durango, el rincón favorito de Hollywood

Durango es digno de una película o, mejor dicho, de más de 170, de ahí que al cuarto estado más grande de México se le conozca como “Movieland” y que sea el consentido de Hollywood desde 1955. Así lo comprueba el paso de leyendas como John Wayne, Paul Newman y Kevin Costner, además de ser lugar de nacimiento de la legendaria actriz Dolores del Río, aunque Durango es mucho más que eso.

Fundada por el vasco Francisco de Ibarra, Durango destacó durante el Virreinato por sus vetas minerales. Fue cuna del primer presidente del país, Guadalupe Victoria, y de uno de los héroes más importantes de la Revolución, Francisco Villa.

Viajar a Durango es recorrer la historia y la riqueza natural del país: cuenta con cuatro microclimas que van del desierto a los bosques, mientras que sus Pueblos Mágicos Mapimí y Nombre de Dios reciben a los visitantes con la tradicional amabilidad norteña. Su gastronomía cuenta sabrosos relatos: hay que probar las gorditas, los quesos y el vino de membrillo. Además, su capital ofrece experiencias y paseos inesperados. 

¿Vamos? Basta con decir en voz alta ¡acción!

Cuéntame una de vaqueros

Las calles están vacías. El calor aprieta. Solo un viento suave hace que el polvo corra entre las casas de madera. Hay que ajustarse el sombrero y mirar fijamente. ¡Acertaste! Se trata de una película de vaqueros y apaches. Desde que se filmó Pluma blanca en territorio duranguense en 1955, Hollywood ha vuelto constantemente a este territorio para filmar clásicos como Los siete magníficos, de John Sturges y La pandilla salvaje, de Sam Peckinpah.

Tanto enamoró Durango a Hollywood que incluso John Wayne tuvo un rancho aquí, llamado La Joya, donde filmó 14 películas. Parte de esos sets que se usaron en westerns dieron origen al espectacular parque Paseo del Viejo Oeste, donde, para vivir un día de película, hay que ir a San Vicente de Chupaderos, a escasos 20 minutos de la capital de Durango. Por esas llanuras pasaron estrellas como Yul Brynner, Kevin Costner, Kirk Douglas y Audrey Hepburn, además de ser la cuna de la diva del cine mexicano Dolores del Río.

Paseo del Viejo Oeste

Los estudios de filmación donde se rodaron películas western como Los siete magníficos son una de las principales atracciones de Durango. Crédito: Diana Solano.

Hay decenas de actividades que incluyen paseos y espectáculos temáticos, renta de disfraces y caballos en los que el viajero puede tomar fotografías de época, y disfrutar de comida y bebida que hacen trasladarse del presente al pasado, de la realidad al celuloide.

¡Acción!

En el Paseo del Viejo Oeste podrás vestirte como un pistolero y recrear la escena de una película de vaqueros en los distintos ambientes del set de filmación. Crédito: Diana Solano.

Un destino con mil estrellas

No solo las estrellas del cine brillan en Durango: para ver no cientos, sino miles de ellas en un espacio increíble, más vale planear una visita a la Zona del Silencio, cerca del Pueblo Mágico de Mapimí. La ausencia de contaminación lumínica permite que cualquier acampada se convierta en un momento de conexión con el universo.

Durango es tierra de contrastes. Para quienes gustan del senderismo, el Espinazo del Diablo con su panorama espectacular y el impresionante laberinto de lava con caprichosas formaciones son la opción. Ambos se encuentran en Mexiquillo, al oeste de Durango capital. 

Para destinos acuáticos, hay que elegir Estación Patos, una represa en la que puedes practicar paddle boarding, kayak y pesca deportiva. También destaca el Salto del Agua, en la Sierra del Nayar, ideal no solo para los amantes de la naturaleza, sino también para quienes buscan presumir imágenes únicas en su Instagram. 

Los cañones son otro de los atractivos de la entidad, sobre todo para aquellos que gozan haciendo latir su corazón al máximo. Tirolesas como la del Puente de Ojuela, de 300 metros de longitud, y la del Salto del Agua Llovida son un buen comienzo que se complementa con ciclismo, rapel e incluso bungee desde el Puente de Otinapa.

Mexiquillo

En el Parque Nacional Mexiquillo puedes experimentar una aventura natural de caminata, ciclismo y descenso en rapel entre caídas de agua, hermosas formaciones rocosas y tupidos bosques. Crédito: Getty Images.

Tierra de valientes y soñadores

Dicen que Ginés Vázquez del Mercado, fundador de las primeras localidades en Durango, buscaba un cerro hecho de pura plata. Fue hierro lo que encontró, pero también una tierra muy fértil.

Durango es una palabra vasca que significa “lugar de agua”. Y esta no falta, sobre todo en las zonas serranas y en Guadiana, donde nació el primer presidente de México, Guadalupe Victoria, quien heredó su apellido al nombre de la capital: Victoria de Durango.

Como era costumbre durante el Virreinato, la riqueza de un lugar se demostraba con la espectacularidad de sus iglesias. Por eso se debe visitar su catedral barroca y el Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe, donde descansan los restos de los curas que acompañaron a Miguel Hidalgo en la Independencia.

Los pasos de otro héroe, José Doroteo Arango, mejor conocido por todos como Francisco Villa, resuenan en la tierra que lo vio nacer en dos recintos: el primero es la Exhacienda de la Santísima Trinidad de la Labor de España, hoy Museo de la División del Norte, lugar donde el Centauro asumió el mando de la legendaria formación militar, y otro es el antiguo Palacio de Zambrano, actualmente Museo Francisco Villa de Durango, cuya suntuosidad arquitectónica le ha valido ser escenario de películas. 

También se puede conocer el sitio donde nació, el 5 de junio de 1878, y pasó su infancia: la Hacienda de Río Grande, ahora La Coyotada, ubicada en el municipio de San Juan del Río, donde también hay un museo dedicado a contar la historia de un hombre que supera toda ficción.

Realismo cinematográfico

Los escenarios del Paseo del Viejo Oeste, con sus construcciones y detalles realistas, te harán sentir que una batalla de bandoleros está a punto de ocurrir. Crédito: Getty Images.

Elegancia con sabor norteño

Dicen que quien no ha probado el caldillo duranguense no ha vivido. Esta deliciosa combinación de la mejor carne de la región, chiles secos y frijoles es una puerta al cielo. Pero hay más. La tradición quesera es honrada en las poblaciones menonitas, mientras que los membrillos, una de las muchas frutas que se cosechan en la zona, se transforman en deliciosos dulces y una especie muy particular de vino, de un sabroso gusto entre dulce y ácido.

Lugares en Durango donde disfrutar los sabores y la arquitectura de la región no faltan: basta con pasear por los alrededores de la Plaza de Armas para comprobarlo. El Instituto Nacional de Antropología e Historia ha catalogado 747 edificios históricos en el Centro Histórico de la capital, desde frescas casonas con muros coloridos hasta elegantes edificios barrocos o neoclásicos, con sus esquinas chatas, sus hermosos remates de cantera y sus balcones de hierro forjado. Debido a su riqueza minera, la ciudad de Durango forma parte de la ruta del Camino Real de Tierra Adentro; declarado como Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO, esta vía conectó a las principales ciudades mineras de la Nueva España.

Si después de tu paseo quieres llevarte un pedacito del estado, tienes que visitar el mercado Gómez Palacio. Inaugurado en 1881, este lugar es ideal para comprar quesos, vinos… y alacranes. Este animal, que es una especie de símbolo de la región, se encuentra en prácticamente todo: hebillas, llaveros, relojes, cuadros o entre tortillas, un exótico plato hecho especialmente para paladares aventureros. También se le puede ver “vivito y coleando” en algunos de los locales del pintoresco mercado, en el que también se ofrecen artesanías y otras cosas para recordar un destino inolvidable.

Parque Estatal Cañon de Fernández

Si te gusta acampar, no te puedes perder la experiencia de este refugio de vida natural a poco más de una hora de Gómez Palacio. Aquí la diversidad duranguense se expresa en enormes árboles centenarios, lagunas y una presa, nutridos por las aguas del río Nazas. Crédito: Getty Images.

Razones no faltan para visitar Durango, aunque sí espacio: sus pueblos mágicos, sus fiestas típicas, sus edificios históricos y todos sus tesoros merecen miles de páginas y relatos, pero lo mejor es crear una historia propia.

Así que no importa si eres un cineasta de Instagram, quieres hacer carrera como actriz, eres el próximo “Chivo” Lubezki o deseas convertirte en un doble de acción realizando peligrosas acrobacias en cañadas y paisajes increíbles… ¡Durango es tu destino!

Vuela a Durango

​​Volaris opera vuelos directos a Durango desde Tijuana y Chicago.

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