Atitlán
El corazón de Guatemala
El lago Atitlán, uno de los destinos más emblemáticos de Guatemala, está rodeado por majestuosos volcanes y pueblos coloridos que conservan una rica herencia cultural y tradiciones milenarias. Prepárate para disfrutar una combinación perfecta de naturaleza, cultura y tradiciones.
La naturaleza volcánica del territorio de Guatemala ha modelado su geografía, generando ríos, montañas y paisajes tan impresionantes como el lago Atitlán, considerado el lago más bello del mundo según National Geographic y coronándose como uno de esos lugares a los que hay que ir por lo menos una vez en la vida.
Quienes aman el color, quedarán hipnotizados no solo por los tonos cambiantes de azul profundo del lago, sino también por el sentido artístico de sus habitantes, capaces de sintetizar el paisaje en textiles, artes gráficas, sabores y tradiciones.
Las comunidades mayas se han establecido en distintos pueblos alrededor del lago. Cada una tiene una personalidad distinta que se expresa en el arte, la comida y su relación espiritual con la naturaleza. Te invitamos a descubrir estos y otros encantos en cuatro de sus pueblos, Panajachel, San Juan La Laguna, Santiago Atitlán y Santa Catarina Palopó.
Panajachel, la puerta de entrada
Este suele ser el punto de partida de los viajeros que exploran la región del lago Atitlán, ya que es el que está mejor conectado por carretera y cuenta con todos los servicios. “Pana”, como lo llaman los locales, también es famoso por su impresionante vista panorámica del lago, rodeado por tres majestuosos volcanes: el San Pedro, el Atitlán y el Tolimán.
Una de las visitas más interesantes es al Mercado de Artesanías, con puestos que venden textiles, ropa y joyas, todos elaborados por artesanas y artesanos de los pueblos cercanos. Los güipiles (o huipiles, blusas tradicionales) y los tapetes son de una belleza impresionante. Muchos de ellos son buscados por antropólogos, diseñadores y coleccionistas, pues en su entramado cuentan historias, sintetizan paisajes y replican técnicas con cientos de años de perfeccionamiento. Cada pieza es única y puede considerarse una auténtica obra de arte.
Los artesanos y artesanas
Reserva Natural Atitlán
En varios puntos del lago encontrarás reservas naturales privadas, usualmente asociadas a un hotel o un proyecto de producción ecológica. En Panajachel, la Reserva Natural Atitlán, ubicada en San Buenaventura, es un espacio muy interesante por su vocación de restauración ambiental.
Las tierras que históricamente habían sido explotadas como parte de una hacienda, hoy combinan actividades ecológicas con diversión de mínimo impacto ambiental, además del cuidado de más de 100,000 hectáreas de naturaleza intacta, un área de cafetales y hospedaje ecológico. Puedes visitar su mariposario, dar un paseo por los puentes colgantes de la catarata, aventurarte en sus bicicables o simplemente caminar con un guía a través del bosque para conocer sobre la flora local y disfrutar la tranquilidad del paisaje. Mientras recorres estos senderos, comprenderás por qué los artistas mayas encuentran en la naturaleza y el lago su principal impulso creativo, que a su vez se mezcla con tradiciones religiosas que reflejan el sincretismo cultural.
El lago Atitlán
Después de este baño de naturaleza, puedes seguir tu recorrido en Panajachel, por la calle peatonal Santander, donde encontrarás tiendas, restaurantes y cafés. La vista al lago desde aquí es impresionante, especialmente al atardecer. Finalmente, prepara tus maletas y alístate para la aventura, ya que en el embarcadero de Panajachel tomarás una lancha hacia los distintos pueblos que bordean el lago.
En tu recorrido disfrutarás la vista espectacular de los volcanes, pero ten en cuenta que alrededor de las 17:00 horas no se permite la navegación, ya que se produce un fenómeno natural llamado xocomil, que sucede cuando los vientos cálidos procedentes del sur chocan con las masas de aire más frías que provienen del Altiplano, formando remolinos que agitan las aguas, provocando olas y condiciones turbulentas en la superficie del lago.
Si prefieres quedarte un poco más de tiempo en Panajachel o tomarlo como punto de partida para explorar la región, Hotel Atitlán es una excelente opción, con alberca y vistas espectaculares al lago.
San Juan La Laguna
Este es uno de los pueblos más tranquilos de Atitlán, y es famoso por su comunidad artística. Sus habitantes, mayormente descendientes de los mayas tz’utujil, han mantenido vivas muchas de sus tradiciones, incluyendo las técnicas de teñido y tejido que se pueden ver en las múltiples cooperativas de artesanos locales. Los amantes del arte disfrutarán mucho el ambiente de San Juan, un auténtico museo al aire libre.
En los talleres y galerías de pintura y textiles, te mostrarán el proceso de creación de sus obras, desde el teñido de las telas con tintes naturales hasta la elaboración de pinturas que reflejan la vida cotidiana y la cosmovisión de los pueblos mayas. En lugares como la Cooperativa Lemá o la Galería Alix podrás apreciar la relación tan particular que tienen los artistas con el entorno, a través de obras que retratan sus tradiciones e historia local.
Dos proyectos con mucho sentido social en San Juan La Laguna son la Asociación Batz de mujeres tejedoras (IG: @batz.textiles) y La Voz Que Clama en el Desierto, una cafetería que reúne la producción de los pequeños productores de café y los promueve con responsabilidad. Finalmente, el meliponario Xunah Kaab (xunahkaab.com) te llevará a conocer la importancia que tienen las abejas sin aguijón en la cultura maya de ayer y hoy.
Desde el muelle de Panajachel
Santiago Atitlán
Este no solo es uno de los pueblos más grandes y antiguos de la región, sino también uno de los más interesantes culturalmente hablando, ya que es el hogar de Maximón (se pronuncia “mashimón”), santo popular para los mayas tz’utujil y figura central en la espiritualidad local. Este pueblo también ofrece una rica historia cultural y religiosa que se refleja en su arquitectura, sus tradiciones y su vida cotidiana.
El templo de Santiago Apóstol es un ejemplo de la arquitectura virreinal, pues conjunta elementos indígenas y europeos. Aunque en su interior resguarda una imagen de Santiago Apóstol, la figura más venerada del pueblo es Maximón, que se encuentra en una casa cercana, donde los devotos lo adoran con ofrendas de alcohol, cigarros y velas. Puedes preguntar a los locales por la ubicación; cuando estés ahí, la recomendación es no tomar fotografías y comportarse con mucho respeto.
En cada uno de los pueblos del lago Atitlán
Luego de un día de visitas, regálate un descanso en algún restaurante local y anímate a probar el jocón, un delicioso plato tradicional guatemalteco a base de pollo, tomate, cilantro y verduras, uno de los más representativos de la región.
La Reserva Natural Atitlán
Santa Catarina Palopó
Muy cerca de Panajachel, esta comunidad maya kaqchikel dejará una profunda huella en tu memoria, pues sus casas están pintadas con rombos y motivos de color verde y azul. Este colorido surgió hace algunos años, como parte del proyecto Pintando Santa Catarina, cuyo objetivo es atraer visitantes y mejorar las condiciones económicas del pueblo. Y todo parece indicar que se logró, pues hoy combinan la agricultura de subsistencia con la atención al turismo.
Gracias al proyecto, cada familia trabaja con un diseñador para crear un patrón único y distinto al de sus vecinos, siempre inspirado en los güipiles de las mujeres y en el entorno natural. La familia colabora con el artista que pinta su casa y se compromete a mantener limpio el lugar y a enviar a sus hijos a la escuela.
En la plaza principal puedes preguntar por la oficina del proyecto y hacer una visita guiada, o bien, realizarla por tu cuenta. Luego de recorrer el pueblo, ve a la calle principal, sobre la ribera del lago, donde encontrarás restaurantes, tiendas y los infaltables talleres de arte. Existe un pequeño museo local donde podrás conocer de qué manera los textiles están, literalmente, entretejidos con la historia del lugar.
A pocos minutos de Santa Catarina Palopó está San Antonio Palopó, otro pequeño pueblo conocido por sus talleres de cerámica y su iglesia que mira al lago. En sus talleres, avezados artesanos mayas hacen figuras, macetas, piezas de decoración y vajillas enteras usando únicamente minerales locales.
En las calles
Atitlán es uno de los destinos más completos de Guatemala, con una impresionante naturaleza, expresiones de arte que además de estar llenas de significado destacan por sus técnicas tan ancestrales como complejas, tradiciones y una espiritualidad vibrante y conmovedora. Cada pueblo alrededor del lago tiene algo único que ofrecer. No importa si eres un amante del senderismo, la cultura, la gastronomía o el arte, este viaje te permitirá sumergirte profundamente en esta región de Guatemala.