Cuencos, diapasones, campanas y voces que restauran tu equilibrio.
Por: Diana Olvera Dander
Todo sonido genera una reacción en nosotros: es tal su influencia en nuestra vida, que podemos pasar del estrés de alerta sísmica a la paz con sonido del mar. La sonoterapia utiliza esta reacción natural para devolverte el balance físico, mental y emocional.
El uso terapéutico del sonido se fundamenta en que el universo y todo lo que hay en él se encuentran en una vibración constante. Por ello, a través de tonos, ritmos, melodías y frecuencias emitidos por la voz e instrumentos como cuencos, diapasones, tambores, flautas y semilleros, esta terapia alternativa busca recuperar la armonía interna del organismo.
La base de la sonoterapia es el efecto de resonancia: dos estructuras vibratorias se unen y generan un movimiento en sincronía. El sonido actúa en toda la estructura celular, y al inducir un estado profundo de relajación, ayuda a equilibrar los hemisferios cerebrales, lo cual mejora el funcionamiento glandular.
Estudios científicos han demostrado que determinados patrones de sonido pueden activar áreas neuronales y sumar en el tratamiento de enfermedades como el párkinson. Por ello, son cada vez más los médicos que incluyen música y sonidos para aminorar el estrés y el dolor de los pacientes.
La base de la sonoterapia es el efecto de resonancia: dos estructuras vibratorias se unen y generan un movimiento en sincronía.
Crédito: Getty images
Una sesión de sonoterapia actúa de forma similar a una meditación guiada, y puede prolongarse desde 20 minutos hasta dos horas, dependiendo del malestar que se desee sanar. También puede utilizarse para tratar padecimientos como el insomnio, fortalecer el sistema inmunológico, disminuir diversos tipos de inflamación y ayudar a regular el sistema nervioso.
Esta forma de sanación es compatible con otros tratamientos. Así que no dudes más, armoniza tu vibración y encuentra el balance.