Mexicali
La aventura cachanilla
Mexicali se ha echado al bolsillo el corazón de muchos hombres y mujeres que han llenado de energía las venas de esta ciudad fronteriza. Durante los últimos 100 años ha crecido bajo los fuertes rayos del sol que iluminan este desierto lleno de relatos venidos de todas partes de México y del otro lado del mar.
Mi abuelo Pedro F. Pérez y Ramírez, “Peritus”, escribía sin tregua sobre la historia de esta ciudad, de la que fue pionero, poeta y primer cronista. Uno de sus versos más famosos dice así: Mexicali, una ciudad en marcha activa y decidida / ¡bañada por un sol que es fuente de riqueza / que ha germinado pueblos, esperanzas y vida! Y tenía mucha razón. Entre dunas, cheves, migrantes y recuerdos, la capital de Baja California Norte enseña, tanto a sus cachanillas como a los visitantes, que la frontera en realidad no tiene límites.
Universo migrante dominado por los chinos
En Mexicali, historia y gastronomía son dos platos que se sirven juntos. Esta ciudad comenzó a ver la luz a finales del siglo XIX y se aderezó con lo traído por inmigrantes asiáticos, indios, europeos y estadounidenses. Las razones de estos arribos fueron diversas: la construcción del ferrocarril en California; la apertura de The Colorado River and Company, empresa que, entre otras cosas, rentó a extranjeros cientos de hectáreas de cultivo en el Valle de Mexicali; las múltiples firmas de tratados que otorgaban libertad a extranjeros, y posteriormente a nacionales, de establecerse en la zona, hasta la llegada de muchos otros grupos que huyeron de conflictos como la Segunda Guerra Mundial.
Este universo variopinto fue dominado por los chinos durante décadas. Para 1915, representaban 75% de los habitantes de la apenas y oficialmente establecida Mexicali (14 de marzo de 1903). El corazón de la ciudad se fue nutriendo con las historias y saberes de esta comunidad, y la cocina resultó ser uno de los ecos más valiosos que trajeron desde el otro lado del mar. Se sabe que el primer restaurante chino, cuyo nombre era Número 19, abrió en 1927; se encontraba en un local en La Chinesca, el barrio chino, donde todo sucedía en la clandestinidad.
En 1923, un incendio en La Chinesca reveló que bajo esta zona se conectaba una serie de túneles y sótanos, una ciudad subterránea donde la comunidad china apaciguaba los tremendos calores y comercializaba alcohol, opio y apuestas. Hace algunos años, estos túneles fueron abiertos al público para ofrecer visitas guiadas. Puedes reservarlas por Facebook: Orígenes y Secretos de La Chinesca.
Preguntarle a un o una cachanilla cuál es su restaurante favorito significa entrar en una larga discusión, pues los 350 comedores registrados por la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (CANIRAC) son verdaderos epicentros sociales donde la salsa de soya, las carnitas rojas y el arroz frito dominan la mesa. ¿El motivo? Gran parte de los chinos que primero poblaron California y más tarde Mexicali venían de Cantón.
Para que no llegues sin opciones en mente, apunta estos clásicos que seleccioné junto con la chef repostera y promotora de Mexicali Bianca Castro: China Town, China House y Dragón, o una de las más recientes inauguraciones, Imperial Garden.
El renacimiento del Centro Histórico
Restaurar significa “volver a poner algo en la estima que antes se tenía”. Eso es lo que está ocurriendo desde hace varios años en Mexicali gracias al proyecto de rescate del Centro Histórico, y los resultados ya están dando frutos. Calles como Reforma, cuyo telón de fondo es la Catedral de Nuestra Señora de Guadalupe, construida en 1917, ya viven un segundo aire, en gran medida debido al significativo Cine Curto, convertido en centro cultural y mercado.
Andrea González Acevedo, gerente de relaciones públicas del Comité de Turismo y Comercio, explica que en las inmediaciones de la Catedral se está llevando a cabo un plan de recuperación de los espacios públicos que incluye una entrada por la garita centro y La Chinesca. Comenzar por el Cine Curto fue crucial, pues este edificio fue objeto de fama y gloria —por aquí pasaron luminarias como Agustín Lara y Pedro Infante— desde su apertura, en 1947. Permaneció dormido tras su última función en 1992, pero en 2021 volvió con su esplendoroso estilo art déco.
Se podría decir que la permanencia voluntaria volvió al Cine Curto, el cual reúne más de 25 locales donde la gastronomía es el eje central. Tanto en este recinto como en los alrededores se organizan conciertos, festivales y exposiciones dedicadas a productos regionales como los dátiles. Esta experiencia de restauración también ha dado pie a que se sume el Cine Lux, en la calle Morelos.
No muy lejos del Curto está el Callejón Chinesca, en el barrio chino, donde 14 artistas locales presentan su visión sobre la historia de Mexicali, creando una crónica gráfica digna de admirar.
El fideicomiso Yo Por Mi Centro se formó a la par de esta reestructuración para dar continuidad al trabajo realizado por personajes locales como Rubén Chen, Norma Bustamante, Marina del Pilar Ávila, la familia García y, especialmente, por los cachanillas que vuelven a pisar su centro.
Con sed de cheve
Según las estadísticas, en México bebemos al menos 70 litros de cerveza por habitante al año, y mucha de ella se fabrica en esta ciudad norteña. Baja California Norte es el estado con más cervecerías artesanales y de especialidad a nivel nacional.
Mexicali hizo sus pininos cerveceros desde finales de 1800, pero la empresa que marcó esta vocación fue Cervecería de Mexicali, que inició en los años 20 y de la cual aún se conserva parte de su edificio original en las calles E y Zaragoza. Un salto en el tiempo nos trae a inicios del siglo XIX, cuando Cucapá se convirtió en la primera opción artesanal de la ciudad. Desde entonces, la familia de la cheve ha crecido.
En Mexicali encontrarás al menos 10 estilos distintos de cerveza artesanal en los más de 40 proyectos que producen varias etiquetas, 16 con salas de degustación, drafts o beer gardens. Óscar Galindo Singh, al frente de la Asociación de Microcerveceros de Mexicali, resalta la IPA, hazy, stout y blonde como parte de los estilos que dominan a nivel local.
En esta ciudad hay tantas cervezas como días del año. Por eso, te comparto siete opciones con espacios de degustación que visitar durante una semana: Urbana, 686, Fauna, Amante, Ícono, Nucali y la barra de cervezas El Sume.
Si de aventuras se trata, sandboarding
La necesidad de los surfistas por seguir sobre las olas derivó en el sandboarding, un deporte extremo que aprovecha las dunas para deslizarse sobre una tabla. En México existen sitios fuera de serie para practicarlo, y uno de ellos, a menos de una hora de Mexicali, es Cuervitos, una duna con arena sílica, como talco, perfecta para deslizarse. Aunque existen varias dunas por la zona, esta es de fácil acceso con un automóvil convencional.
La duna de Cuervitos se extiende por 25 kilómetros, y los meses ideales para visitarla son de octubre a finales de abril. Con salidas frecuentes durante este periodo, la empresa pionera y una de las más calificadas es Sandboard México (sandboardmexico.com), en la que Sergio Omar Morales Rodríguez y sus nueve compañeros fomentan esta actividad para toda la familia. La experiencia se realiza en grupos, y la sensación de aventura va en aumento conforme se toma confianza, pasando del deslizamiento con trineo al descenso sobre la tabla.
Esta joven capital, con más de un millón de habitantes, es una aventura en sí misma. Su energía, como decía Peritus, mi abuelo, sigue germinando pueblos, esperanzas y vida.
Vuela a Mexicali
Volaris opera vuelos directos a Mexicali desde Cancún, Ciudad de México, Ciudad Obregón, Culiacán, Guadalajara y Morelia.
