Mariscos en CDMX
Tres restaurantes imprescindibles
Nada mejor para el calor que envuelve la capital del país que 3 lugares infalibles donde probar los sabores del mar.
Si algo puede presumir la CDMX es que sobra variedad gastronómica, ya sea en puestos callejeros, restaurantes de fine dining y todas las posibilidades que hay entre ambos. En esa diversidad de ofertas se encuentran los restaurantes de mariscos, y qué mejor compañía para la temporada de calor que alimentos frescos servidos en mesas que hacen sentirnos frente al mar.
Los tres restaurantes de la selección cumplen con la promesa de ofrecer platillos con la calidad de un producto recién salido del puerto. Sin embargo, cada uno los abraza de manera especial y con estilos particulares que harán que los comensales naden en diversos estilos de cocina.
Con Vista al Mar
Dice el chef Irak Roaro que cuando salía de la secundaria en Mazatlán, una señora con una exquisita sazón típica, vendía afuera de su escuela bolsas de Tostitos atiborradas de ceviche de sierra recién salido del mar. De la experiencia de los sabores de la infancia nació uno de los platillos más fotografiados y famosos de Con Vista al Mar, una reinterpretación de las frituras y el ceviche servidos al mismo tiempo.
Durante los años en que Irak vivió en dicha ciudad también surgió el único postre del restaurante: el flan de suaves. Este consiste en una receta casera de flan a la que se añaden suaves, malvaviscos típicos sinaloense hechos con coco que son tradición desde hace más de 60 años. Y aunque pudiera parecer que el lugar acoge únicamente memorias mazatlecas, lo cierto es que la propuesta de Con Vista al Mar es llevar a la mesa un poco de varias costas mexicanas: el menú recorre tanto los puertos del golfo de México como del océano Pacífico y, en un acto de revelación, hay espacio hasta para la capital.
De los viajes y experiencias del chef surge la base de los platillos. Esta tropicalización de sabores es el resultado de varios factores que terminan por cerrar el círculo de la experiencia. El emplatado, la técnica y el cuidado del producto se unen para integrar la totalidad de las ofertas incluidas en la carta.
El espacio en el que se encuentra el restaurante va muy a tono con una típica marisquería: no es pretencioso y, al contrario, se antoja cálido, ameno y acogedor. Las mesas se instalan en una zona al aire libre, lo cual permite disfrutar del incipiente verano en la ciudad. Una pequeña ventana corre desde la calle hasta la cocina, por lo que todo el proceso de preparación de los platillos deleita desde el inicio los sentidos de los comensales, e incluso atrae a los peatones a un encuentro fortuito con exquisitos sabores.
Con Vista al Mar tiene especiales por temporada, así que además de elegir sobre el menú es recomendable preguntar si hay algún platillo extra durante tu visita.
Nueva York 264, colonia Nápoles, Benito Juárez.
Mi Compa Chava
Un proyecto (muy al estilo dark kitchen) que inició en la cochera de una casa en la colonia Roma se ha transformado en el recién inaugurado restaurante del chef Chava Orozco. Sinaloense de nacimiento, este experto en frutos de mar abraza con fuerza su proyecto desde junio de 2020, aunque abrió su local apenas el 19 de abril de este año.
Mi Compa Chava surgió como una respuesta ante la pandemia, pero promete permanecer después y más allá de ella. El lugar en el que ahora se desdobla la magia es un espacio abierto y bien iluminado. Quienes han recorrido las costas del Pacífico y el mar de Cortés encontrarán familiar el estilo del restaurante, que evoca a las carretas de mariscos típicas de esas regiones.
La intención de Mi Compa Chava es, precisamente, llevar hasta la ciudad esas carretas de mariscos que, además de ingredientes frescos, están dotadas de calidez y cercanía con el cliente. En palabras del chef, la figura del marisquero es punto clave para el servicio del restaurante.
Otra de las cualidades del lugar, para dar seguimiento a la tradición de las costas, es que allí se cocina su propia salsa marisquera, que hace gala en cada una de las mesas y, en caso de engancharse con ella, también es posible adquirirla embotellada para disfrutar en casa.
Los mariscos ofrecidos en el restaurante viajan desde Sonora, Sinaloa y Baja California Sur cada tercer día para anclarse finalmente en los platos de los comensales. En definitiva, la calidad y frescura de los productos está garantizada.
Los platillos insignia según Chava Orozco son el ceviche tripón, que fue el primer platillo del lugar; la señora Torres, que consiste en una exquisita y desbordante torre de mariscos de medio kilo; así como la tostada de sierra o la de callo de hacha. Como dato adicional, vale la pena preguntar por el plato secreto del día, que se hace de acuerdo con los productos que los proveedores ofrecen conforme a la temporada.
Zacatecas 172, colonia Roma, Cuauhtémoc.
Bellopuerto
Han pasado 12 años desde que Bellopuerto abrió al público. Su locación y el tiempo que lleva existiendo en la ciudad hacen que sea uno de los clásicos para comer mariscos.
La propuesta de este restaurante está estrechamente ligada con la mezcla de mar y fuego. Contraria a la tradición de mariscos fríos de las costas, la apuesta del lugar es la cocina caliente llevada a cabo a las brasas, al sartén o al horno.
Varias costas de México hacen su aparición en el menú. Los alimentos viajan directo de los mercados de mariscos más famosos de la ciudad y llegan hasta las mesas en un santiamén.
Aunque Bellopuerto cuenta con más de una década de existencia, el chef a cargo del restaurante lleva al frente del lugar apenas siete meses. Dicho sea de paso, no hay que confundir la longevidad del sitio con una cocina pasada de moda, pues si algo ha logrado con creces Paco Martínez es una ingeniosa y exquisita actualización de la oferta.
Los procesos, el respeto al producto y la pasión por cocinar son los estandartes de Bellopuerto. De acuerdo con el chef al frente, los platillos insignia son la tostada de atún con pico de gallo, mayonesa de ceniza de tortilla y chile habanero tatemado; el pulpo chamuscado que tiene una salsa estilo a la talla con achiote; y, finalmente, un taco de machaca de marlín ahumado con queso chihuahua y tortilla de maíz hecha a mano.
Además de los platos tradicionales del restaurante, el chef constantemente añade nuevas propuestas al menú. Un ejemplo de ello es la recién agregada quesabirria de mantarraya. Cada tres semanas los comensales podrán probar las adiciones a la carta, disponibles de viernes a domingo y con permanencia en el menú según su demanda.
Julio Verne 89, colonia Polanco, Miguel Hidalgo.
Ya sea que prefieras probar un poco de las costas de México, acercarte a la tradición de las carretas del Pacífico u optar por cocina a las brasas, vale la pena pasear por CDMX y hacer una parada en uno de estos magníficos restaurantes para complacer a tu paladar.
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