Los viajeros Ya Vas
siempre están en constante movimiento
Siempre se las ingenian para encontrar lugares diferentes, buenos, bonitos y baratos, con su cubrebocas bien puesto se adentraron en los pueblos mágicos de Ajijic, Tlaquepaque y Tequila. ¡Salud!
1 Casi con la salida del sol, nuestra travesía comienza en el Centro de Guadalajara. A hora y media de distancia, rumbo al sur del estado, llegamos a nuestro primer destino. En la riviera del lago de Chapala se encuentra un Pueblo Mágico llamado Ajijic “lugar donde brota el agua”. Un lugar enigmático lleno de colorida tradición donde podemos encontrar lugares místicos como el Muro de los Muertos, la Parroquia de San Andrés Apóstol y el malecón. Sin olvidar también de disfrutar una bebida refrescante en los cantaritos escarchados con chamoy y tamarindo.
Retomando el camino enclavado en la zona desértica de Jalisco se encuentra un conocido lugar llamado ¡TEQUILA! Un oasis que brinda la oportunidad de descanso y diversión con múltiples facetas para sus visitantes que buscan degustar la bebida de los dioses, elixir legendario.
Las casas productoras de este destilado denotan su experiencia en la demarcación con opciones que van desde dar un paseo por la localidad en un camión vestido de agave hasta un recorrido en tren disfrutando la cata de tan preciado licor.
Y para terminar el día qué mejor que un caballito en la mano y como recuerdo de esta inigualable experiencia las fotografías en las ya emblemáticas y coloridas letras gigantes de cada Pueblo Mágico en la región.
2 Nos dirigimos hacia uno de los lugares cercanos a la capital y de los más visitados, el Pueblo Mágico de Tlaquepaque, “lugar sobre lomas de barro”. Ubicado en lo que hoy es su Zócalo se encuentra El Parián, lugar histórico donde se comercializaba mercancía traída de Filipinas que desembarcaba en el puerto de Acapulco. Y en el folclor de esta hermosa comunidad y sus coloridas inmediaciones se encuentran diversas amenidades como la Mata Tinta, un restaurante con una deliciosa variedad de platillos típicos y un inigualable sentido de hospitalidad jalisciense que hacen que visitarlos sea una experiencia única.
Y como parada obligada a unas pocas cuadras del Centro se encuentra la fábrica de dulces artesanales Nuestros Dulces, en la cual la degustación de sus deliciosos productos con sus sabores y colores llena de vida nuestros sentidos tanto a locales como a extranjeros enamorándonos aun más de la hermosa Guadalajara.