Ixtapa Zihuatanejo:
De encanto silvestre
Ballenas, cocodrilos, pelícanos y cientos de especies más son el pretexto para diseñar el itinerario familiar más divertido en este destino del Pacífico.
Llegamos a Ixtapa Zihuatanejo motivados por el deseo de tener días en familia más tranquilos y con vista al mar, aunque encontramos una inspiración para mantenernos ocupados y muy interesados. Este destino de Guerrero presume exuberantes rincones naturales para admirar distintas especies animales: desde una diminuta tortuga recién nacida hasta una majestuosa ballena jorobada, sin dejar a un lado cangrejos, cocodrilos y cientos de aves y peces.
Barra de Potosí
Ballenas jorobadas
Hasta el 15 de marzo se pueden avistar a estos cetáceos en las costas del Pacífico mexicano, pues migran cada año desde Alaska hasta México para aparearse o tener a sus crías en aguas cálidas. Los zanka (como se les dice a los oriundos de Zihuatanejo) aseguran que se pueden ver desde las playas, especialmente playa Larga y playa Blanca, pero nada más emocionante que salir a su encuentro.
Nosotros nos dirigimos a Barra de Potosí, a escasos 12 kilómetros del aeropuerto internacional de Ixtapa Zihuatanejo, para embarcarnos a primera hora de la mañana. Camino a los morros, grandes formaciones rocosas en medio del mar, encontramos a dos ballenas jorobadas nadando tranquilamente con dirección al sur. Nos permitieron ver sus lomos varias veces y una de ellas hasta su cola en tres ocasiones. ¡Fuimos los más
Aves en una inmensa laguna
De regreso a Barra de Potosí decidimos hacer una segunda navegación, ahora por la laguna. Este ecosistema de 18 kilómetros es una de las áreas de mayor biodiversidad en todo México: en el estero de manglar y de agua salobre habitan 212 especies de aves, entre nativas y migratorias, de las 320 que se tiene registro en la zona de Ixtapa Zihuatanejo. Esto es casi la tercera parte del total del país. También hay peces, anfibios y reptiles.
Con ayuda del ojo entrenado de Armando, el guía y capitán de nuestro paseo en lancha, conseguimos ver garzas, urracas, cormoranes, zanates y pelícanos, aunque hay muchísimas más, por lo que nos invitó a regresar antes del amanecer o a quedarnos hasta el atardecer para ver a plenitud este lugar. Sin embargo, hacia el final del día ya teníamos otro plan: liberar tortugas.
A 15 minutos de Barra de Potosí
Tortugas marinas: deseos lanzados al mar
A escasos 15 minutos de Barra de Potosí, a un costado del aeropuerto, se encuentra el Campamento Tortuguero Ayotlcalli, donde se aprende sobre las distintas especies de tortugas marinas (en México anidan siete de las ocho existentes), así como sobre su ciclo de vida y cómo se les puede proteger, ya que todas están en peligro de extinción.
Aquí se pueden liberar tortugas laúd, negra y golfina. A nosotros nos tocó liberar de esta última especie a las recién nacidas: 79 tortugas ávidas por tocar el mar. Juan, Navidad, Habibi, Delphi y Wayak son los nombres con los que bautizamos a las que nos dieron dentro de pequeñas bandejas (no se les debe tocar para evitar contaminarlas). Y todos tuvimos un mismo anhelo sobre cada tortuga: que viva muchos años para que pueda regresar una y otra vez aquí, a su casa.
Esta actividad se puede realizar prácticamente durante todo el año, pero se avisa de la liberación cada día a través de su cuenta de FB: Campamento Tortuguero Ayotlcalli.
Pelícanos y cocodrilos, con rumbo a Ixtapa
Un escuadrón de pelícanos sobrevuela playa Blanca al atardecer con dirección a Ixtapa. “Hay que seguirlos”, grita uno de los niños. Y no es difícil de complacer tal petición, pues allá es donde estamos hospedados.
Entre playa Linda, frente al hotel Azul Ixtapa Grand, y playa Cuachalalate, en Isla Ixtapa, estas aves se reúnen en el día para pescar y en la noche para descansar, y cada vez que levantan el vuelo originan un inesperado e increíble espectáculo. De este lado también se encuentra el Cocodrilario Tamakún, un refugio para docenas de estos reptiles, patos buzo, espátulas rosadas y cigüeñas que anidan en temporada en el manglar, el cual es la antesala de la navegación hacia Isla Ixtapa. El plan del día siguiente automáticamente se definió.
Peces multicolor en la isla
Tras una visita a los cocodrilos y demás aves vecinas, navegamos escasos minutos a Isla Ixtapa para disfrutar de sus playas. Hay cuatro: Carey, Cuachalalate, Coral y Varadero. Elegimos una palapa en Varadero por su marea tranquila, porque “ahí se come más rico”, según algunos zanka, y porque desde ahí se camina a playa Coral, donde viven peces de todos colores en el arrecife. Cargamos con visores y tubos de esnórquel, aunque los peces se alcanzaban a ver desde la orilla, a simple vista y sin meterse al agua. Pero el encanto submarino sí que nos sorprendió.
Las playas tranquilas de Ixtapa Zihuatanejo
Mientras comíamos un pescado a la talla, nos hablaron de otros sitios para hacer esnórquel y todos deseamos ver nuevamente tortugas, así que preparamos un itinerario para el siguiente viaje. Porque a Ixtapa Zihuatanejo siempre queremos regresar, no importa la estación.