Diseñadores de las más importantes marcas de ropa e ingenieros con una mente pragmática se han unido a través del tiempo para crear uniformes para los atletas y paratletas de todo el mundo con materiales inesperados. Esta vez fueron de lo reciclado al carbono neutral, pasando por los adaptativos y el bloqueo de cámaras infrarrojas.  

Y es que la combinación tecnológica de materiales compuestos con escaneo 3D y espuma moldeada por compresión potencializa cada vez más la creación de prendas ultra personalizadas, casi de superhéroe, con características y capacidades mejoradas, así como de equipos livianos que revolucionan el rendimiento para todas las delegaciones. 

Además, cabe recordar que, para la justa de Río 2016 entró en vigor el nuevo estándar olímpico para los uniformes, en el que se cambiaron las regulaciones sobre el tamaño para mostrar respeto hacia la inclusión y la religión. Y así se pudo admirar entonces a las jugadoras de voleibol de playa de Egipto compitiendo con un hijab contra las de Alemania en bikini. 

En los Juegos Olímpicos y Paralímpicos siempre hay una evolución, y esta edición no fue la excepción. Para muestra, algunos datos: