Honduras
La riqueza del territorio catracho
Los departamentos colindantes de Copán, Intibucá y Lempira resguardan cacao orgánico, derroches de verdor y ciudades milenarias. Con San Pedro Sula como punto de partida, este recorrido promete una combinación de naturaleza, historia y placeres.
Copán
Historias y sabores de Copán
El sitio arqueológico de Copán es el bastión austral de la cultura maya. Famoso por su población de guacamaya escarlata, este recinto redescubierto en el siglo XVI resguarda altares, juegos de pelota, centros ceremoniales y una escalinata con la mayor inscripción maya conocida hasta ahora. Reconocida como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la ciudad maya de Copán ilustra el anverso del billete de un lempira, nombre de la moneda de curso legal en Honduras.
Más información en el sitio web: ihah.hn/parque-arqueologico-copan
En Copán Ruinas, como se conoce a la ciudad moderna adyacente al sitio arqueológico, se encuentra Lugar del Té y Chocolate. Nacido con el fin de reverdecer un monte deforestado, este proyecto familiar ha revitalizado sus alrededores con la siembra de árboles comestibles y productos vegetales. El emprendimiento cuenta con una tienda que, además de ofrecer infusiones, salsas y chocolates artesanales hechos con productos caseros, tiene una terraza con vistas muy chulas.
IG: @theteaandchocolateplace
En tu recorrido, haz una pausa en Santa Rosa Copán. Además de calles empedradas, algunas casitas coloniales y una hermosa iglesia blanca, este pueblo tiene un licor insignia, Timoshenko. Si el nombre te suena más eslavo que otra cosa, estás en lo correcto. Antes de convertirse en el nombre de un licor catracho, Timoshenko fue un militar soviético de alto rango. La historia de la bebida comenzó en la década de 1940, cuando Micaela Peña empezó a vender su bebida de café. Hoy, Timoshenko produce también licores de fruta y cacao. ¿Por qué el nombre? En voz de uno de los herederos de la marca: “de chiripa”.
El occidente hondureño
Tesoros de Lempira
El Parque Nacional Celaque forma parte de la veintena de áreas naturales protegidas que integran la red de parques nacionales de Honduras. Ubicada cerca del encantador pueblo de Gracias, en el departamento de Lempira, esta montaña cobija cascadas, senderos y el pico más alto del país. La reserva es ideal para practicar senderismo y observación de aves. Con la compañía de un guía experto como William Orellana y algo de suerte, podrás ver especies como carpintero olivo y tordo pico de oro.
IG: @beaksandpeaks
La pequeña Gracias sirve como base para explorar la montaña de Celaque, pero también resguarda tesoros propios. Capital del departamento de Lempira, esta ciudad de calles empedradas es famosa por sus aguas termales, su iglesia barroca y sus espacios naturales en los que habita el colibrí esmeralda hondureño, el único pájaro endémico del país. Ubicado en el centro de la ciudad, el restaurante Kandil seduce a las visitas con pizzas a la leña y muestras de arte local.
FB: kandil.gracias
Intibucá y su naturaleza
En los bosques nubosos del departamento de Intibucá, cerca de la ciudad de La Esperanza, una reserva privada combina jardines llenos de colibríes, cielos tapizados de estrellas y cabañas de madera recuperada calentadas al calor de la leña. Fundado con el objetivo de salvar al bosque de parcelas para desarrollo urbano, Cotán Ecolodge es un santuario para los amantes del agroturismo, las actividades al aire libre y la naturaleza en general.
Los departamentos hondureños
En este mismo departamento y cerca de La Esperanza también se encuentra El Consejero, una reserva natural privada que ofrece sitios designados para acampar, un jardín de colibríes y más de tres kilómetros de senderos que se pueden recorrer a pie o en bicicleta. El Consejero es especialmente popular entre los pajareros, es decir, los apasionados del avistamiento de aves. Sin mucho esfuerzo, un rato en la reserva basta para ver especies como el colibrí verdemar, el orejiblanco y el gorgiescamoso.
Esta es solo una probadita de los muchos lugares que se pueden visitar en el occidente de Honduras. A la lista se pueden sumar otros atractivos tanto culturales como naturales. En Copán Ruinas, por ejemplo, se puede visitar el sitio arqueológico Los Sapos, ubicado en Hacienda San Lucas. No muy lejos, en la montaña de Santa Bárbara, no son raros los encuentros con quetzales.
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