Para que esa travesía de Semana Santa con los pequeños se convierta en una experiencia memorable, hay que empacar paciencia, atención y flexibilidad.
Te compartimos algunos consejos útiles para facilitar tu viaje con los niños y niñas de la familia.
Antes del viaje
Involucra a los niños en la planeación para que se emocionen. Habla sobre el destino y pregúntales qué les gustaría hacer allí.
Incluye lugares solo para ellos, como parques temáticos, museos interactivos, zoológicos, acuarios y playas de oleaje tranquilo.
Elige alojamientos con suites familiares, club para niños o áreas de juego exclusivas para menores de edad.
Empaca con anticipación: además de ropa y calzado suficientes, no olvides sus artículos de aseo y su muñeco o cobija favoritos así como algunos libros y juguetes.
Lleva un botiquín de viaje con medicamentos para dolor, fiebre, alergias y mareos, así como tiritas adhesivas, protector solar y repelente de insectos.
Involucra a los niños
en la planeación del viaje familiar, para que se emocionen. Habla sobre el destino y pregúntales qué les gustaría hacer allí. Crédito: Getty Images.
Durante el viaje
Sé flexible. Cualquier plan puede cambiar porque los pequeños tal vez lleguen a sentirse cansados o sentirse mal, así que olvídate de seguir el itinerario original.
Intercala jornadas de acción con días de calma. Los niños sí necesitan moverse, pero también descansar.
Carga siempre con botanas y bebida. Frutas, verduras, galletas integrales y una botella de agua simple pueden hacer la diferencia entre actividades o a bordo del avión.
Aprovecha la oportunidad para cantar, contar historias o inventar juegos en cualquier momento.
Viaja inteligentemente. Si los niños tienen menos de cinco años, considera una carriola para ayudarte con todo el peso y tener las manos libres; si son mayores de cinco, haz que cada quien cargue su propia mochila con snacks y artículos favoritos; y a los mayores de diez, delégales alguna responsabilidad, como ayudar con las bebidas de todos o algún dispositivo electrónico extra. Anímalos a llevar equipaje de cabina.
Y un consejo más: no tengas miedo de pedir ayuda a otros viajeros o al personal del avión u hotel.
Al viajar con los pequeños
intercala jornadas de acción con días de calma. Los niños sí necesitan moverse, pero también descansar. Crédito: Getty Images.
Los viajes con niños sí resultan un desafío, pero también son de las experiencias más divertidas en la vida. Haz que sean inolvidables para todos.